¿Qué se puede hacer con las levaduras como fábricas de células?
Este uso óptimo de la levadura a través de procesos naturales para la producción a gran escala de sustancias activas es parte de lo que se conoce como «biotecnología blanca».
Dentro del marco de esta biotecnología blanca, las levaduras utilizadas no están diseñadas para la alimentación humana o animal. El propósito de la misma es explotar su maquinaria celular para la producción en masa de moléculas valiosas que puedan ser utilizadas en los sectores de salud, nutrición, química de materiales o energía.
Para satisfacer necesidades específicas, la integración o el retiro de síntesis biológicas específicas pueden demostrar ser necesarios.
Uno de los logros concretos de este sector en la salud humana se remonta a la década del 2000 con la construcción de una levadura capaz de reproducir una hormona humana: la hidrocortisona. La técnica, desarrollada por un equipo francés trabajando conjuntamente con una importante empresa farmacéutica, ha tenido un impacto real.
Desde entonces, la producción de proteínas específicas nuevas a través de las levaduras y la integración en células de caminos metabólicos nuevos y completos se han convertido en una realidad bien controlada.
Esta revolución científica, que ahora interesa a cierto número de sectores industriales, debería en el futuro, proporcionar nuevas moléculas que formarán cada vez más parte de nuestras vidas cotidianas.
¿Sabe usted que estos productos son elaborados por la fábrica de levadura?
Hasta la fecha, la levadura es el mejor organismo para obtener alcohol a través de la fermentación. El etanol producido puede ser utilizado en la preparación de licores, en perfumería e incluso como biocombustible alternativo al petróleo. En Francia, en 2011, un tanque completo de petróleo podía contener hasta un 10% de etanol. En unos años, la llegada de nuevos motores permitirá agregar más etanol al petróleo y será una solución a la creciente escasez de productos derivados del petróleo, al tiempo que se combaten los gases de efecto invernadero.
La levadura también contribuye cada día a nuestra salud y bienestar acumulando de manera natural moléculas beneficiosas antioxidantes o anti-inflamatorias. En su forma purificada, estas moléculas, incluyendo el glutatión y el S-adenosilmetionina (SAMe), ya son utilizadas comúnmente en la salud humana y animal y en aplicaciones para la nutrición.
Una gran parte de la insulina que se vende hoy en día por los farmaceúticos para tratar la diabetes también se obtiene gracias a la fábrica celular de levadura.